Por ÁLVARO RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ

Un notorio cambio en pro de la cultura del Risaralda, se siente hoy en COMFAMILIAR.
Irradia, de manera audaz, un aire atrayente, agradable y de sensación que es una nueva apuesta iniciada con jóvenes talentos y líderes de la cultura en esa influyente empresa social de los risaraldenses.
La cultura, hace parte de un desarrollo integral y Comfamiliar, tiene una agenda cultural diversa y de un extraordinario dinamismo en el eje cafetero.
Acaba, no más, de dar al servicio 12 salones acústicos, que hacen leer a una nueva ciudad. Que repotencia a niños y niñas, jóvenes, inmersos en órdenes culturales que sin lugar a dudas serán generaciones, para crearle nuevas estéticas a la ciudad. Otra identidades. Otras narrativas humanas.
Va en sentido de dotar a la ciudad en breve, de una Academia Superior de Arte. ¡Qué buena noticia!
A esos otros indicadores que subyacen pero que tanto hacen repensar los metales de una ciudad en crecimiento.
Es no más que revisar el inventario en este primer semestre, para evaluar los contenidos creados por el Área de Cultura.
Son 800 actividades artísticas y culturales, la última de este primer semestre con puesta en escena de la Sinfónica Nacional de Colombia y la Filarmónica del Café de Comfamiliar Risaralda.
Amén, de lo que se vislumbra de cierre de este 2025.
Hay otros eventos envidiables que poco a poco, catapultan los logros.
Conciertos, obras de teatro, danza.
Por ejemplo, cómo no destacar los Festivales Internacional de Teatro y de Música de Comfamiliar, en septiembre; una presentación de música clásica con 400 artistas en escena, en noviembre y dos consagrados exponentes como al vicepresidente de la Filarmónica de Viena y un renombrado director.
Algo nuevo está sucediendo en Risaralda. La cultura, es un bálsamo que recoge el alma del territorio. Crea una dimensión poderosa de ciudad y región, en ebullición, alejada del ruido que pregona desastre.
