
Hay una situación que no puede pasar inadvertida: este primer semestre cayó todo el agua del 2024.
La CARDER, conforme con sus registros histórico, lo anunció.
Su director, Julio César Gómez Salazar, fueron 3 mil milímetros y hoy, van 2 mil.
De manera recurrente en los aguaceros de cada semana, son dos o tres, son 100 milímetros de caída de agua.
Dosquebradas, para el especialista, es un inmenso humedal intervenido por el hombre debido a los intensos procesos de asentamientos urbanos.
“No se ha tenido el cuidado de acatar muchas determinantes ambientales”.
Recordó que estuvo durante 20 años con un plan de desarrollo de primera generación.
La primera experiencia planificadora.
“El municipio como otros más, se ha venido desarrollando de manera atropellada”, precisó.
A ello se sumó la ley Lleras, que incorporó porciones de suelo rural a los perímetros urbanos y sanitarios, sin tener disponibilidad de agua, sanitaria y sin atender las determinantes ambientales, en su momento.
Aquí se ha encontrado, explicó la CARDER, un territorio lleno de conflictividad.
Cada que caen llenan los valles de la central, los barrios, los que están a la margen derecha: Campestres, Valher y la zona rural (Alto del Nudo -Las Hortencias)
Lo llamó como un territorio desconfinado.
Primero por las acciones antrópicas y segundo por la ocupación desmedida del territorio que “lo hemos expresado a tal punto que las condicionantes de habilitalidad se vuelven más complejas”.
Hay que reconocer lo que acontece para trabajar por sus soluciones, reflexionar , para poderlas resolver, y mitigar, añadió el propio director de la CARDER en un reciente encuentro con las comunidades.
