
POR ÁLVARO RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ
… y positiva.
Atendió necesidades movidos por la fuerza de la naturaleza.
El alcalde de Marsella, Alberto Peláez Henao, se refirió a la inversión realizada en estas seis hectáreas de terreno, avalada por el Concejo Municipal, y destacó que desde hace una década el municipio no realizaba inversiones de este tipo, destinadas a la conservación.
“Gracias a Dios y a la buena voluntad del propietario del predio, pudimos llevar a cabo todas las acciones pertinentes, llevamos una adición presupuestal al Consejo Municipal para que estos $120 millones que se le suman a los $350 millones que teníamos, puedan servir para la adquisición del predio La Julita, seis hectáreas utilizadas en ganadería y que hoy se van a renaturalizar, gracias a un esfuerzo de la Gobernación de Risaralda, Corporación Autónoma Regional de Risaralda – CARDER y de la Alcaldía Municipal”, manifestó el mandatario.
El director de la CARDER, Julio César Gómez Salazar, contextualizó históricamente el papel de Marsella en la agenda ambiental del departamento. Señaló que, aunque en los años 70 el municipio fue un centro agrícola y social, esa expansión trajo consigo una pérdida importante de ecosistemas, especialmente en cuencas como la quebrada La Nona.
El director explicó que la zona presenta una alta complejidad geológica, al estar ubicada en la cordillera Occidental de los Andes, cerca de los nevados de Santa Isabel y El Ruiz, y estar atravesada por fallas tectónicas activas, lo que genera una constante actividad geofísica.
Por último, Gómez resaltó que una de las tareas fundamentales ha sido modificar los usos del suelo, especialmente en predios que estaban en manos privadas con actividades ganaderas no compatibles con la conservación.
