Por ÁLVARO RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ
Un Festival musical de talla internacional. Una semana de conciertos de música clásica.
Es Pereira, a ¡otro tono!
La región, vive una experiencia musical por segundo año consecutivo y que ya otras ciudades instalan como un turismo cultural imperdible, en su radar de eventos anual.
Porque mueve de manera emocional sentimientos para celebrar “la belleza y la diversidad del repertorio clásico”. Inspira.
Demostrado está que es música sin límites en las fronteras culturales abiertas que conecta “a través de su lenguaje sonoro universal”.
Un filtro que nos lleva a otra oferta cultural, a generar un valor educativo mediante experiencias que generan puentes por intermedio de sus significados.
Labor de muchos quijotes, de empresas y empresarios, de la UTP, de mujeres y hombres que creen en el desarrollo de la región por intermedio de la educación. De nuevas estéticas: trompetas, violines, pianos, percusiones y voces que traen estilos musicales profundos.
Jazz sinfónico, en el concierto inaugural, conciertos vespertinos, el recital su majestad el Piano, la nuestra la Banda Sinfónica municipal de Pereira los superconciertos Sinfónicos todo en Pereira Music Fest, y un cierre con la gala lírica que viste de gala a la ciudad. Que la hace diferente, también por el aporte cultural a otro nivel que emerge en la piel de la ciudad.
Destaco el papel de quienes suman voluntades para apostar a una Pereira que huele a música, como zona o destino cultural. Los artistas como ´donantes´ de estos espacios que rescatan y generan un turismo cultural calificado.
Apoyar la calidad de estos eventos, es sumar a una Pereira y a una región ávida de cultura. Sensible a una ciudad que sueña y evoca. Que tiene aroma de música que se filtra bien en el Santiago Londoño, en la Catedral o La iglesia San José o que se esparce como sentimiento de una ciudad que busca fortalecer un nuevo humanismo social, que bien puede ser el civismo musical.
Pereira, siento hoy, ¡´huele´ a música!
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