
Por ÁLVARO RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ
Las cifras las divulgó el DANE.
De allí, de acuerdo con éstas, salió bien librado el gobierno de Pereira, al ver en su conjungo la implementación de estrategias y políticas socio económicas.
Noticias positivas para el ciudadano y para la propia economía de esta capital.
En su programa de gobierno, como no, figuran, también alta dosis de “generación de oportunidades, la atracción de inversión y el fortalecimiento de la competitividad local”.
Del Alcalde Mauricio Salazar Peláez, aunque ya existan quienes quieran ver con ojerizas y gafas oscuras, los catastróficos de siempre, estas cifras.
Dos de ellas, como para arrancar: Pereira, sí Pereira, entre las ciudades con menor desempleo ( junto al AMCO es la sexta) y entre las 5 con menor informalidad laboral y desempleo juvenil en Colombia.
En otras palabras, argumentan, garantiza la Alcaldía de Pereira: condiciones laborales más estables y seguras para sus ciudadanos.
Significativo, como lo resalta el propio mandatario local, el abogado Mauricio, en desocupación juvenil que se pasó del 19,7 % al 12,7 %.
Colofón, en las simple matemáticas de coquito: una recuperación de 7 puntos.
Alentadora esta última estadística en tiempos de una economía permeada por rentas ilegales, que deja en el tablero, incremento desbordado en la canasta familiar. En la economía de bolsillo y de tienda, como para que nos coloquemos el frac académico.
Cómo no ver, más allá de políticas públicas, la prospectiva que se acaba de presentar al 2034 en el ejercicio retador de Plnaeación Municipal, en donde en el ejercicio del desempleo , se logró la reducción de 6.3 puntos porcentuales.
Como quien dice, revisando las propias cifras del mandato Pereira lo tiene: se pasó del 14.6 % al inicio del mandato al 8,3 %, a agosto de este año.
Recuperaron más de 22 mil empleos en la ciudad.
Lectura: hay un trabajo con empresarios, gremios y ciudadanía que han creído en una Pereira próspera y con futuro, como ya lo reseñó en ese inventario el gobierno Salazar.
Impulso a la inversión y respaldo al sector productivo.
Pero, más que todo ello, confianza.
