¡La grandeza de María Isabel!

Por ÁLVARO RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ

María Isabel Mejía Marulanda, por sí sola, es un terremoto ambulante.

Es un volcán activo.Conocí a la guerrera y diligente congresista, María Isabel Mejía Marulanda, entre sus idas a Balsillas, el juego de golf y su pasión enfermiza por la CULTURA (con mayúscula) Economista  y Bellas Artes,  de la Michigan State University.

Por su casa, sigue pasando la historia del departamento. Las consultas pro defensa de la región y los consejos vigentes sobre el ordenamiento político. La política doméstica, la ve con lupa y de la nacional, está cerca.   Está en la ruleta, de la que no se ha ido, para desgracia de ¡tantos y tontos!

Gestionadora, diligente, estaba presente en los proyectos vivos de la región, ante el alto gobierno. Funcionaba, se movía, no dejaba tranquila la burocracia de ronquidos extensos. Amaba la política, de la que no se desliga sino que está presente. Se  dio el lujo que la escucharán, por lo menos, los últimos 5 Presidentes de la República. Tenía entrada en Palacio. María Isabel, la ¡rendidora! Una mujer diferente, que es escuchada. Que no era convidada de piedra.

No es extraño señalar que su vigencia, nadie la cuestiona. Antes, por el contrario, hacen falta muchas María Isabeles.

Ex senadora (2002),  ex representante ( ingresó en 1990), ex gobernadora y ex alcaldesa (1975), Exdiputada, como para colgarle una ñapa. Amén

A su curriculum, le sumo, el Centro  de Arte de Pereira, (calle 15 con carrera 6ª ) que fue el embrión que le dio paso al Museo de Arte. Son 50 años de una historia narrada con cultura, De grandes artistas que han plasmado visiones universales de la pintura. Es un patrimonio la Fundación Museo. Es emblema de ciudad. Ícono. Nos desparroquializó culturalmente. A muchos les quitó el musgo que caminaba de frente. Sí, con asombro, nos mencionaban en ese escenario  a la par con La Tertulia en Cali o el Museo de Arte Moderno de Bogotá. Que incluso destacaba a los nuestros dentro de los grandes que nos visitaban.

Que bueno, que los gobernantes, el ciudadano, los gremios, Risaralda, Pereira, vuelvan los ojos a este meridiano cultural, verdadero patrimonio  y emblemátuico lugar nuestro.

Recordar hoy el empeño brillante del ex alcalde Rodrigo ocampo, quien donó el lote del municipio para construir l magna obra. Al ex gobernador, Luis Carlos Villegas Echeverry quien entendió el momento. A hombres de la talla de Willy Drews, quien diseñó; a Álvaro Millán ,con estudios de suelos; al arquitecto, Carlos Eduardo Ángel, quien elaboró los planos y al Ex presidente César Gaviria, quien entregó recursos para la construcción.

En este medio siglo, recordar al ex diplomático y abogado, Manuel Grajales, Servia Cortés Diaz y a la abogada, Marta Elena Bedoya Rendón, baluarte perenne que empujó con brillo este histórico de ciudad.

Gracias, doctora María Isabel Mejía Marulanda, por pensar con ¡grandeza por la región!

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